SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Cada visita a una sala de cine es un vistazo a un universo alterno que usualmente nace como una chispa en la mente del creador.
Evoluciona luego hasta pasar a la pantalla grande para desplegarse ante el mundo como una narración coherente que puede ir más allá de temas populares o intereses comerciales. Es, en todo caso, el ideal de cine que persigue Bladimir Abud, un joven cuya pasión es hacer cine, pero a su manera.
La lucha del cine local
Con el crecimiento de la industria cinematográfica en la República Dominica no solo aumenta la cantidad de películas producidas al año; también aumenta el espacio para crear un cine más variado, que ofrezca alternativas más allá de la típica comedia comercial.