Alfonso Quiñones/Fotos Juan Hernández
SANTO DOMINGO. Sencillos, humildes… ¿y con sentido del humor? ¡Raymond y Miguel!
SD. Raymond y Miguel son dos cabezas de familia bien constantes. Sus esposas son las mismas de siempre.
Aún así, es muy difícil ser normales, sobre todo cuan-do salen a las calles y el público que los admira, piensa que siempre tienen que estar actuando. “Cuando estás en la calle y la gente te ve, lo primero que dicen es “Pero ríete”, aunque no hayas hecho nada que cause gracia. Y si estás en un supermercado, estás mirando una lata de leche y la gente espera que te rías”, manifestó Miguel. “¡Ríase Ud. con estos precios!”, dice provocando la carcajada.
La improvisación
Indagando acerca del por ciento de repentismo en sus actuaciones, contestó Raymond: “Nosotros somos repentistas antes que todo. Cuando se hace una película, en el caso nuestro, que no somos actores -somos dichosos que nos dan la oportunidad de trabajar en una producción-, los productores nos dan libertad de poder ponerle nuestro encanto, porque si no dejaríamos de ser nosotros. En el programa, tenemos un gran equipo, y un día antes todos llevamos nuestras ideas”.