El cine dominicano sigue consolidándose en la escena internacional tras su destacada participación en la 28ª edición del Festival de Málaga, donde el país fue homenajeado como «País de Honor« en la sección LatinAmerican Focus. Esta distinción se vio acompañada por la obtención de dos importantes galardones que refuerzan la calidad y el impacto del cine nacional.
El Festival de Málaga, desde su creación en 1998, se ha convertido en una de las plataformas más relevantes para la difusión del cine en español, promoviendo tanto el talento emergente como las producciones consolidadas de España y América Latina. Cada año, el festival reúne a directores, actores, productores y críticos, consolidando su prestigio como un escaparate esencial para la industria cinematográfica. Además de sus premios, el evento ofrece un espacio clave para la coproducción, distribución y exhibición de nuevas películas en mercados internacionales.
En la Sección Oficial ZonaZine, la película dominicana Olivia y las nubes, dirigida por Tomás Pichardo, se alzó con la Biznaga de Plata a la Mejor Película Iberoamericana, un reconocimiento que resalta su propuesta narrativa y cinematográfica. Este premio, dotado con 4.000 euros, subraya el talento emergente en la industria cinematográfica de República Dominicana y la capacidad de sus creadores para competir en escenarios internacionales.
Además, Olivia y las nubes también obtuvo el Premio Escuelas de Cine al Mejor Largometraje de ZonaZine, otorgado por un jurado compuesto por estudiantes de cine, consolidando su impacto tanto en la crítica especializadacomo en las nuevas generaciones de cineastas.
Otro de los triunfos para el cine dominicano en esta edición del festival fue el galardón a la Mejor Fotografía en la Sección Oficial de Largometrajes a Concurso, que recayó en Alván Prado por su trabajo en Sugar Island, dirigida por Johanné Gómez. Este reconocimiento destaca la excelencia técnica de la cinematografía dominicana y su capacidad para ofrecer imágenes de alto impacto visual.
El Festival de Málaga 2025 ha sido testigo de una edición en la que la calidad del cine iberoamericano ha sido cuestionada por la crítica especializada, destacando que solo un reducido número de producciones latinas lograron un lugar en el palmarés. No obstante, la presencia de República Dominicana no pasó desapercibida, logrando un reconocimiento significativo frente a una competencia exigente.
La gran triunfadora del certamen fue la producción española Sorda, de Eva Libertad, que no solo se llevó la Biznaga de Oro a la Mejor Película Española, sino también el Premio del Público. En el ámbito iberoamericano, la película boliviana El ladrón de perros fue la ganadora de la Biznaga de Oro a la Mejor Película Iberoamericana, en una categoría que algunos consideraron de nivel desigual. A pesar de esto, el cine dominicano logró sobresalir con su impresionante dirección de fotografía y una destacada narrativa cinematográfica.
Estos premios consolidan a República Dominicana como un actor relevante en el panorama cinematográfico iberoamericano, reafirmando el talento y la creatividad de sus cineastas en festivales de prestigio internacional. Con una participación destacada y reconocimientos clave, el país sigue posicionándose como una potencia emergente en la industria del cine.
Por Marc Mejía