El cine dominicano sigue mostrando su capacidad de innovar con proyectos que no solo destacan por sus tramas, sino también por sus métodos de producción. “El Diablo no duerme en su cama”, una comedia negra dirigida por Amauris Pérez, es un claro ejemplo de esta evolución. Con un enfoque dramático sobre relaciones familiares y conflictos del pasado, la película combina humor y tensión, y lo hace con una técnica de rodaje poco convencional: fue filmada de manera cronológica.
Una trama cargada de conflictos y pasiones
La película presenta a dos parejas cuyos hijos adolescentes, David y Paloma, comienzan una relación amorosa. Lo que en un principio parece un asunto sencillo se complica cuando las dos familias se ven forzadas a lidiar con el hecho de que, en el pasado, los padres de ambos adolescentes fueron parejas. Este pasado compartido provoca tensiones crecientes que desembocan en una lucha emocional y de principios, donde cada bando defiende su “sangre” y sus convicciones.
La trama juega con las complejidades de las relaciones pasadas y cómo estas influyen en las decisiones presentes. El conflicto, que comienza como una conversación, escala hasta niveles inesperados, mostrando las miserias humanas y las bajas pasiones que los personajes han ido arrastrando a lo largo de sus vidas.
El desafío de un rodaje cronológico
Uno de los aspectos más llamativos de “El Diablo no duerme en su cama” es que fue rodada de manera cronológica, una técnica poco habitual en la industria del cine. El director, Amauris Pérez, optó por este enfoque para permitir que los actores vivieran el desarrollo de sus personajes de manera progresiva, reflejando el crecimiento emocional en tiempo real.
Este método requirió que los actores principales: Yorlla Castillo (quien además es la productora), Magnolia Núñez, Vicente Santos y el propio Amauris Pérez, estuvieran disponibles durante todas las semanas que duró el rodaje. Este nivel de compromiso es inusual, ya que en la mayoría de los rodajes los actores trabajan en días dispersos según el cronograma de la producción.
Producción en los estudios Quitasueños
La mayor parte de la película fue filmada en un solo lugar: un apartamento que se convierte en el escenario principal de las discusiones y tensiones entre los personajes. Los Estudios Quitasueños, bajo el diseño de producción de Jenn Calcaño, crearon un set que reflejaba la personalidad excéntrica de los personajes, en especial del arquitecto Alberto, uno de los protagonistas.
El set fue diseñado para que los detalles arquitectónicos y decorativos no robaran protagonismo a los actores y la historia. Se utilizó un enfoque ecléctico que mezcla lo moderno, clásico y barroco, para proporcionar un ambiente visualmente atractivo que acompaña el desarrollo de los conflictos de la trama.
Compromiso del elenco
Para los actores, el proceso de filmar de manera cronológica fue un desafío tanto físico como emocional. Yorlla Castillo, como actriz y productora, enfrentó la exigencia de estar en escena diariamente, algo poco común en el cine. Esto permitió que los personajes evolucionaran de manera más orgánica, profundizando en sus emociones y relaciones.
Vicente Santos, uno de los protagonistas, explicó que este proceso también facilitó la construcción del personaje, ya que no fue necesario hacer ajustes para encajar en un cronograma típico de filmación fuera de orden. Esta continuidad le permitió al elenco vivir el desarrollo de la historia de manera fluida, ayudando a intensificar las dinámicas de los personajes.
Cine dominicano con proyección internacional
“El Diablo no duerme en su cama” no solo está diseñada para el público dominicano. Aunque el objetivo principal es que la película sea disfrutada por el público local, también se tiene en mente su proyección internacional. El equipo de producción tiene planes de presentar la película en diversos festivales de cine alrededor del mundo, así como de distribuirla en plataformas de streaming globales.
El compromiso del director Amauris Pérez y la productora Yorlla Castillo con el cine dominicano es claro: quieren que sus películas no solo entretengan, sino que representen a su país en el escenario global. Esta película es una oportunidad más para destacar el talento local y la capacidad de las producciones dominicanas para competir a nivel internacional.
“El Diablo no duerme en su cama” es una película que promete sorprender al público con su mezcla de humor negroy conflictos familiares intensos. Con una trama que explora las complejidades del pasado y su impacto en el presente, la película tiene todas las características para convertirse en un éxito tanto en la República Dominicana como en festivales internacionales.