SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Cada visita a una sala de cine es un vistazo a un universo alterno que usualmente nace como una chispa en la mente del creador.
Evoluciona luego hasta pasar a la pantalla grande para desplegarse ante el mundo como una narración coherente que puede ir más allá de temas populares o intereses comerciales. Es, en todo caso, el ideal de cine que persigue Bladimir Abud, un joven cuya pasión es hacer cine, pero a su manera.
La lucha del cine local
Con el crecimiento de la industria cinematográfica en la República Dominica no solo aumenta la cantidad de películas producidas al año; también aumenta el espacio para crear un cine más variado, que ofrezca alternativas más allá de la típica comedia comercial.
En este contexto aparece “La lucha de Ana”, opera prima de Bladimir Abud. Protagonizada por Cheddy García, Miguel Ángel Martínez, Mario Lebrón y Antonio Zamudio, narra la tragedia de una madre y su lucha por obtener justicia.
El filme no solo muestra el gran potencial del joven director, sino que ha sido considerado por algunos como el inicio del “nuevo cine dominicano”, movimiento que no pretende imitar al cine de Hollywood y que contiene un discurso con “trasfondo ideológico”.
“’La lucha de Ana’ es diferente en muchos aspectos”, nos cuenta Abud. “Tiene una estética bien definida y coherente con el tema narrado. No tiene pretensiones comerciales ni las de ser la mejor película dominicana. Simplemente hicimos una película sincera, que trata la esencia social dominicana y la traduce a imágenes”.
La visita de Ana a Nueva York
El éxito de la película se ha traducido en invitaciones a festivales internacionales, incluyendo la décima tercera edición del New York International Latino Film Festival de HBO (NYILFF).
“Ha sido una experiencia gratificante saber que nuestra obra está en competencia en un festival tan importante como el de HBO”, confiesa Abud. “Fue excelente. Llenamos la sala, el público se quedó a compartir con Cheddy y conmigo, y recibimos muy buenas críticas. Fue la única película dominicana exhibida en dos ocasiones”.
El NYILFF es el cuarto en que participa “La lucha de Ana” y aún siguen llegando invitaciones. “Tenemos pendientes 20 festivales a los cuales nos han invitado o nos han pedido una proyección para determinar si participa”, comparte Abud. “Creo que a medida en que podamos hacer historias universales llegaremos más lejos, a más públicos. El mundo se va a interesar más por un tema universal tratado desde la óptica dominicana”.
Otro enfoque a la comedia
Mientras el resto del mundo entra en contacto con “La lucha de Ana”, Bladimir Abud ya trabaja en su próximo proyecto, una comedia, pero a su manera, por supuesto.
“Estoy desarrollando una comedia, pero sin apartarme de la temática social. Mantiene esas cosas que me preocupan de la sociedad, ese abismo tan profundo entre las clases sociales”, dice.
“La comedia está desacreditada en el país, pero el género es algo más profundo. Algunas de las obras clásicas del cine son comedias. El gran problema del cine dominicano es que no lo tomamos muy en serio. Tenemos que seguir avanzando para corregir cosas y perfeccionar el arte. El artista, especialmente el cineasta, nunca se debe de dar por logrado, es un aprendizaje y estudio constante”, concluye, con la esperanza de que se abran mejores caminos.
Joan Prats/7dias.com.do