Lamentablemente, de manera inesperada y sorprendente, condenable por la falta de rigor en el uso del más estricto manual de las buenas maneras, tengo que informar (a mi pesar) que la actividad relacionada con LEY DECINE: OPORTUNIDAD DE NEGOCIO ha sido suspendida.
El motivo es que estaba pautada la intervención de Francis Disla y la proyección del trailer de su película EL HOYO DEL DIABLO. El miércoles de la semana pasada estuvimos con Jansel de Imakonos Films organizando la puesta en escena del auditorio con miembros de protocolo y relaciones públicas de la universidad. Nadie dijo nada al respecto, hablamos de las estatuas vivientes y de un ambiente de cine, es decir, de ficción. Sin embargo, acabo de recibir la llamada de una asistente de segundo orden con la fatal noticia. El responsable con el que he trabajado los últimos meses, el vice-rector doctor Rafael Bello, no ha tenido la cortesía de dar la cara con una explicación convincente o una justificación de peso para semejante atropello, puesto que con una voluntad constructiva se podía seguir adelante con la actividad. La solución era muy simple: se proyectaban otros trailers del cine que viene, “Feo de día, lindo de noche” y “Lotoman 2.0”.
El cinEvento estaba enfocado para que inversionistas y empresarios tuvieran un conversatorio directo con la mesa presidencial, PERSONALIDADES DEL NUEVO GOBIERNO que ya habían confirmado su asistencia.
Respetable profesional de la comunidad jurídica, solicita las más francas disculpas por la sorprendente decisión que atenta contra la dignidad de mi persona, pues la forma utilizada por la UCSD, en modo alguno promulga el respeto y el amor al prójimo.
Quiero dejar constancia que he realizado un trabajo exhaustivo e implacable sin buscar salario ni remuneración económica durante los últimos meses, y nada percibí como pago por el evento de mayo. Me gusta el cine y quiero sumar a la cinematografía dominicana con mi aporte. Pero este comprotamiento altruista no ha sido suficiente para que se me respete como persona. Se niega el diálogo, no se atienden mis llamadas a la rectoría, no me responden los correos electrónicos, no se facilita algún tipo de alternativa y ni siquiera he tenido una carta formal. He conocido la noticia por teléfono y por parte de una asistente de segundo orden, señalando el más absoluto desprecio a la persona que ha dedicado tiempo, energía, dinero de su propio bolsillo y mucha ilusión que ha sido pisoteada con saña. Todavía no tengo una aclaración o justificación de peso por parte del responsable, doctor Rafael Bello o por parte del máximo titular de la universidad, el señor rector de la UCSD, el reverendo, padre doctor Ramón Alonso Beato. Inadmisible!!
http://diariolibre.com.do/revista/2012/09/03/i350354_charla-catolica-sobre-ley-cine.html
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Con afecto y respeto, Tunnerman.