Homenaje. La actriz Ingrid Bergman es el rostro del cartel de esta 68 edición y su hija Isabella Rossellini conducirá el homenaje a su madre, que será el pistoletazo de salida a una serie de eventos que este año recordarán a la inolvidable protagonista de Notorious o Casablanca. Fotos: Salvador Franco / AP / AFP / Reuters
CANNES, 13 de mayo.— La 68 edición del Festival de Cine de Cannes abrirá por primera vez en más de 30 años con una película dirigida por una mujer, Emmanuelle Bercot, y protagonizada por Catherine Deneuve: La tête haute, que forma parte de la sección oficial, pero que no compite por la Palma de Oro. En esta edición no tienen cabida los selfies, pero sí el cine más profundo de Nanni Moretti y Hirokazu Kore-Eda, el más comercial de Mad Max, o lo último de animación de Pixar, Inside Out.
“Estoy a la vez muy honrada y muy intrigada, porque es una elección totalmente inesperada. Me siento bastante conmovida de que una película como ésta quede destacada de una manera tan prestigiosa en la apertura del festival”, dijo Bercot.
En ningún lugar los filmes y los cineastas son tomados más en serio ni tan superficialmente como en Cannes .
“Es un circo”, dijo Todd Haynes. “Es una bestia enloquecida como ninguna otra. Nada se compara con Cannes, en mi experiencia es un lugar extremadamente importante”.
Después de una selección de entre mil 854 filmes, el director del festival, Thierry Fremaux, dijo que esta edición se destacará por los nuevos nombres que introduce.
“Ponemos nuevos nombres en el mapa, y veremos en 12 días cuál será el resultado de todo”, comentó.
Deneuve inaugurará la glamurosa alfombra roja y tras ella llegarán rostros tan conocidos como Charlize Theron, Cate Blanchett, Marion Cotillard, Salma Hayek, Michael Fassbender, Benicio del Toro, Vincent Cassel, Rachel Weisz, Colin Farrel, Matthew McConaughey, Naomi Watts, Gérard Depardieu, Isabelle Huppert, Emily Blunt, Emma Stone y Natalie Portman.
Figuras hollywoodenses para un certamen que se precia de conseguir un delicado equilibrio entre cine de autor, nuevos talentos y nombres consagrados y populares.
Este año, las películas más comerciales se han quedado fuera de la competición oficial, en algunos casos por expreso deseo del realizador, como ocurrió con Woody Allen, que prefería mostrar su nuevo trabajo sin las presiones de los premios. Irrational Man, con Emma Stone y Joaquin Phoenix, es el título anual del realizador estadunidense, que nunca defrauda a sus incondicionales.
Fuera de competición también la última propuesta de Disney/Pixar, Inside Out, de uno de los nombres más conocidos de la industria de la animación, Pete Docter.
También animada, una nueva versión de El principito, de Mark Osborne; un documental que ya ha levantado polémica antes de su estreno, el dedicado a Amy Winehouse, o el debut en la dirección de la actriz Natalie Portman, que se ha atrevido nada menos que con una historia de Amos Oz: A Tale of Love and Darkness.
Sin olvidar, por supuesto, la superproducción habitual de cada año en Cannes, y que en esta edición es la nueva versión de Mad Max, con George Miller de nuevo a la cabeza, y con Tom Hardy en el papel que lanzó a la fama a Mel Gibson, acompañado por Charlize Theron.
Pero ante todo, Cannes se centra en el cine de calidad y apuesta por películas de directores de culto y otros noveles para la competición por los premios principales.
El italiano Nanni Moretti, con Mia Madre, y el estadunidense Gus Van Sant, con The Sea of Trees, son los únicos de los 19 en competición que aspiran a su segunda Palma de Oro.
Lo que no resta méritos a sus compañeros de selección, entre ellos los italianos Matteo Garrone y Paolo Sorrentino; el estadunidense Todd Haynes, el japonés Kore-Eda, los chinos Jia Zhang-Ke y Hou Hsiao Hsien, el canadiense Denis Villeneuve, o el australiano Justin Kurzel: con un Macbeth de altura, con Fassbender y Cotillard.
Fassbender dijo estar impresionado porque Cotillard asumiera el papel de Lady Macbeth en la lengua del bardo de Avon.
“No puedo elogiarla lo suficiente”, dijo Fassbender. “Para mí entrar fue como decir: OK, es Shakespeare, pero ella habla francés, me pareció que fue de una valentía increíble. Y es excelente’.
La presencia hispana se limita al mexicano Michel Franco, que ya triunfó en Cannes con Después de Lucía, en la sección paralela Una Cierta Mirada, y que ahora se mide con los grandes con Chronic, una historia protagonizada por el británico Tim Roth.
El griego Yorgos Latimos, el húngaro László Nemes y el danés Joachim Trier son otros de los nombres de una competición que se completa con la armada francesa: Jacques Audiard, Stéphane Brizé, Valérie Donzelli, Maïwenn y Guillaume Nicloux.
Todos ellos aspiran a una Palma de Oro que en esta edición otorgará un jurado presidido por primera vez por dos personas: los hermanos Ethan Joel Coen.
Y en el capítulo de homenajes, el actor, director, guionista y productor Orson Welles y la actriz Ingrid Bergman —en ambos casos se cumple este año el centenario de su nacimiento— y la veterana realizadora francesa Agnès Varda, que recibirá una Palma de Oro de Honor.
Bergman es además el rostro del cartel de esta 68 edición y su hija Isabella Rossellini conducirá el homenaje a su madre, que será el pistoletazo de salida a una serie de eventos que este año recordarán a la inolvidable protagonista de Notorius o Casablanca.
La policía desplegó un dispositivo de seguridad reforzado tras los atentados yihadistas de enero pasado en París y para hacer frente a la ola de robos que desencadena cada año el evento.
Sin selfies, por favor
Además de las proyecciones, las fiestas y los acuerdos que caracterizan al festival, su director, Thierry Fremaux, tuvo que considerar las
selfies y lo que significan para Cannes.
“Tenemos a dos mil 200 personas entrando en el teatro principal, y si cada una de ellas hace tres paradas para sacarse fotos de sí mismas, quiero decir… el proceso es muy lento. Las películas podrían empezar tarde y, en Cannes, respetamos el tiempo”, dijo Fremaux, quien considera que las selfies son “ridículas y grotescas”.
Catherine Deneuve se sumó a la ofensiva anti-selfies y se burló de los famosos con millones de seguidores en las redes sociales que “nunca hicieron nada”.
“Una estrella es alguien que debe mostrarse poco y permanecer en reserva.”
El jurado
Los directores Ethan y Joel Coen forman una de las parejas de hermanos más famosas del cine y este mes harán historia presidiendo el jurado del Festival de Cannes, en un guiño a otros célebres hermanos, los Lumière, creadores del cine hace 120 años.
Su ojo cinematográfico tendrá gran influencia sobre los miembros del selecto comité conformado por el director mexicano Guillermo del Toro, Rossy de Palma —una de las musas de Pedro Almodóvar—, los actores Sienna Miller, Jake Gyllenhaal, Sophie Marceau y Xavier Dolan y Rokia Traoré.
Ethan y Joel Ethan y Joel Coen serán los quintos cineastas estadunidenses en presidir tan prestigioso festival en los últimos diez años, después de Sean Penn (2008), Tim Burton (2010), Robert De Niro (2011) y Steven Spielberg (2013).
“Cannes ha sido muy importante”: Michel Franco
Extrañamente este 2015 Michel Franco se siente mucho más tranquilo y confiado que hace tres años, cuando en el Festival de Cannes presentó Después de Lucía, que se llevó el premio Una Cierta Mirada, el máximo galardón de la sección en la que competía.
“Hace unos días platicaba con Amat Escalante y me dijo que le pasó lo mismo cuando llevó a Heli a la competencia en Cannes, que se sentía más tranquilo en la Sección Oficial que en otros apartados.
“Llegamos a la conclusión, mientras tomábamos unos tragos, de que la relativa calma o menor ansiedad que sentimos tiene que ver con que, cuando compites por la Palma de Oro, no tienes que levantar tanto la mano para que volteen a ver tu película, pues la atención mediática es enorme. Así es que ahora con Chronic, se trata de disfrutar más”, expresa Michel desde su oficina, donde prevalece la luz natural, los cuadros de películas, algunos objetos musicales, muchos de los diplomas que ha recogido a lo largo de su joven, pero meteórica carrera, incluyendo por supuesto el del Festival de Cannes.
Chronic, su cuarta película (y la tercera que presenta en el certamen galo), lo coloca en una selecta lista de 20 largometrajes que, a partir de hoy y hasta el 24 de mayo, competirán por la Palma de Oro.
Pero antes siquiera de que Cannes inicie oficialmente esta noche a las 19:00 horas de la riviera francesa, el realizador de 35 años y cabello ensortijado ya hizo historia al convertirse en uno de los pocos cineastas nacionales en competir por la Palma de Oro, un honor que sólo poseen cineastas como Alejandro González Iñárritu (Mejor Director en 2006 por Babel), Carlos Reygadas (Mejor director en 2012 por Post Tenebras Lux), Guillermo del Toro y el propio Escalante (Mejor Director en 2012 por Heli).
“Cannes ha sido muy importante para mi carrera. Ahí presenté Daniel y Ana en 2009, mi primera película, y ya desde ese momento me parecía una hazaña estar en la Quincena de los Realizadores.
“Después volví con Después de Lucía a la Sección Oficial y me llevé un premio importante (Una Cierta Mirada). Gracias a eso conocí a Tim Roth (Perros de reserva), el protagonista de la película que ahora llevo y también de 600 millas, dos películas que hicimos juntos en este último año”, añade en referencia a la cinta que se llevó el premio a la Mejor Ópera Prima en la más reciente edición del Festival de Berlín.
Si las cosas le salen igual de bien a Michel y su socio en Lucía Films, Moisés Zonana, en Cannes van a firmar uno de los mejores años de sus vidas, pero también uno de los mejores en la historia del cine mexicano. Y es que Chronic, a pesar de estar filmada en Estados Unidos y en idioma inglés, es una producción independiente con capital mayoritariamente nacional, que comparte apenas un porcentaje con una pequeña coproducción francesa.
“Normalmente la gente va a EU a buscar oportunidades o a ser parte de la industria de Hollywood, pero en nuestro caso no fue así. Yo adapté esta película para Tim Roth y, por consecuencia, se tuvo que filmar en Estados Unidos, pero nunca dejamos el control creativo e hicimos lo que quisimos”, añade Michel orgulloso.
Y ese parece ser su más grande premio: hacer lo que le viene en gana y consolidarse como uno de los cineastas más independientes.
“Estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos en Chronic. Va muy en línea con mis películas anteriores, con algunas cosas nuevas, además del idioma y de Tim Roth como protagonista. Traté de explorar otras preocupaciones personales, con las cuales todos nos tendremos que enfrentar algún día”, concluyó.
– Salvador Franco Reyes
El jurado los saluda. El director y presidente del jurado Joel Coen (centro) saluda desde el balcón del Grand Hyatt Cannes Hotel Martinez mientras posa con (de izq. a der.) Thierry Fremaux, presidente del Festival de Cannes; la actriz francesa Sophie Marceau, también integrante del jurado; Ethan Coen, quien preside mano a mano el jurado con su hermano, y el director mexicano Guillermo del Toro, quien también decidirá cuál es la mejor película del certamen.
Equipo multicultural. La artista española Rossy de Palma, una de las musas del cineasta Pedro Almodóvar, también llegó a Cannes para formar parte del selecto comité que elegirá al ganador.
Uno más. El actor Jake Gyllenhaal, un integrante más del jurado, compareció ante los fotógrafos.
A punto. En total se encargaron 83 rollos de alfombra roja para los 26 mil metros cuadrados de las distintas instalaciones del festival, incluyendo los ocho mil que cubren los 24 escalones de la entrada principal.
Va por la palma. Michel Franco, aquí con Gabriel Ripstein, Moisés Zonana y Tim Roth, asegura que ahora se siente más tranquilo para competir en la Sección Oficial, ahora dice, es momento de disfrutar.
La más deseada. La Palma de Oro es el máximo galardón que entrega el certamen galo: 19 películas compiten por ella.
Recién llegada. La actriz Julianne Moore fue una de las primeras en arribar al sur de Francia, donde se desarrollará el festival durante 12 días.
Fuente: ews-republic.com