Un nuevo proyecto de ley que tiene como objetivo promover el sector del cine en China, el segundo mayor mercado cinematográfico del mundo, fue entregado al máximo órgano legislativo del país este viernes.
A pesar de que sólo se trata de la primera versión del proyecto de ley, muchos trabajadores y expertos de la industria tienen grandes esperanzas de que la ley pueda reducir la distancia existente en tecnología, apoyo de capital, talentos y contenidos entre las películas chinas y las extranjeras.
La legislación cinematográfica puede estimular el desarrollo de la industria, eliminar las irregularidades y salvaguardar la “seguridad cultural” de la nación, opinó Cai Fuchao, director de la Administración Estatal de Prensa, Publicación, Radio, Cine y Televisión de China al comienzo de la sesión bimestral del Comité Permanente de la XII Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo de China.
China, que tardó mucho en incorporarse a la moderna industria del cine, ha alcanzado muy rápidamente a otros países en términos de cuota de mercado. Hasta septiembre, el mercado chino había generado una taquilla superior a los 30.000 millones de yuanes (4.720 millones de dólares), cifra superior al total registrado el año pasado.
Según el borrador de ley, los cineastas recibirán una serie de incentivos en materia de financiación, impuestos, promoción y uso de tierra.
China apoya a la industria cinematográfica con la creación de fondos especiales y estimula más inversiones en el sector. Se aplicarán recortes tributarios a la escritura de guiones, el rodaje, la distribución, la proyección y la promoción de películas nacionales en el mercado exterior, según el proyecto.
El gobierno también estimulará a las empresas chinas a invertir en el extranjero en colaboración con otras productoras cinematográficas, además de respaldar la construcción de salas de cines.
El borrador también toca temas como la revisión, señalando que las películas tienen que ser entregadas ante los reguladores para su revisión una vez terminadas, mientras que por su parte los reguladores deben formular y publicar estándares de revisión.
Los cineastas chinos han tenido que moverse durante mucho tiempo en la delgada línea que separa la creación de películas de calidad de la infracción de las reglas de revisión oficiales, que muchos consideran demasiado imprecisas.
Según el borrador, será la opinión de los expertos la que determine que una película pueda o no pasar la revisión.