Durante años, Julia Roberts ha guardado silencio, aunque los asuntos escabrosos de su pasado no hayan dejado de perseguirla de alguna u otra forma. Ahora, el hombre que fue su padrastro, Michael Motes, y que presuntamente abusó de ella, está preparando un libro para dar su versión de los hechos, un hombre perturbado y extraño, de acuerdo al hermano de la estrella, que nunca debió haber tenido nada que ver en la vida de la actriz.
Sus intenciones de escribir un libro han salido a la luz a raíz de una investigación del diario británico ‘Daily Mai’l, que contactó con Motes en su residencia en Marietta, Georgia. Al parecer, vive con un compañero sentimental, Timothy Raasch, y ejerce de ministro voluntario en una iglesia local.
No quiso, sin embargo, hablar de esos tan traídos abusos durante los años de infancia de Roberts. “Hay un montón de conceptos erróneos a ese respecto”, señaló. “Estoy escribiendo un libro sobre mi vida para dar mi versión de la historia”.
Además de contactar a Motes, el diario británico obtuvo una foto familiar de la Navidad de 1978 en Georgia, con una muy joven Roberts junto a su padastro, del que no habla nunca, su hermana mayor Lisa y su hermanastra Nancy Motes.
Roberts, actualmente casada y con tres hijos, fue criada por Motes desde los cinco años hasta los 16, muy afectada por la muerte de su padre biológico en 1977, cuando la protagonista de ‘Pretty Woman’ solo tenía 10 años. Se quedó con Motes como única referencia paterna, algo que de acuerdo a Eric Roberts, su hermano mayor, fue un factor muy nocivo para ella.
“Era público y notorio donde crecimos que Motes era un friki”, explica Eric Roberts. “Hubiera destacado entre un grupo de diez mil personas”, añadiendo que fue una decisión muy equivocada la de su madre al casarse con una persona perturbada mentalmente. “¿Quién sabe lo que tuvieron que vivir estando con ese tipo?”, se preguntó.
Aunque la actriz de 46 años nunca ha hablado del asunto y lo ha evitado a toda costa pese al acoso de la prensa, se sabe que Motes era un alcohólico mientras ejercía de padre de Roberts y que el ambiente en casa era insoportable cuando bebía.
Para escapar de esa presión, Roberts solía refugiarse en casa de una amiga, aunque tuvo que cargar con las iras de Motes durante años, con el consiguiente perjuicio psicológico.
Está por ver si ahora es capaz de frenar ese libro que anda escribiendo Motes y en el que es probable que la estrella de Hollywood no salga muy bien parada.