La guerra sucia contra los narcos en la frontera entre Estados Unidos y México irrumpió este martes en Cannes en un electrizante filme con Benicio del Toro y Emily Blunt que plantea interrogantes sobre el fin y los medios de la lucha antidrogas.
“Sicario” del canadiense Denis Villeneuve (“Prisioneros”, 2013) compite por la Palma de Oro y cosechó aplausos en su primer pase a la prensa en el Festival de Cannes.
El filme está ambientado en la zona fronteriza con Arizona y Texas, convertida en territorio fuera de la ley.
Kate (Emily Blunt) es una agente del FBI con principios e ideales que termina arrastrada por el encadenamiento de los hechos en un operativo antidrogas clandestino en México pilotado por un agente de la CIA (Josh Brolin) y un enigmático mercenario (Benicio del Toro) con motivaciones secretas.
El cuarto protagonista de esta película que atrapa al espectador es la frontera. La que separa a los dos países, la jurídica entre lo legal y lo clandestino, y la moral entre idealismo y realismo, sobre los medios empleados para llegar a un fin.
“La película plantea interrogantes acertadas, pero sin aportar respuestas”, dijo Denis Villeneuve a la prensa.
– Moviendo las fronteras –
En ese universo de fronteras movedizas evolucionan los personajes. Los dos protagonistas masculinos cruzan sin escrúpulos los límites, a sabiendas de que, de todas formas, la decisión de moverlos está respaldada en Washington al más alto nivel.
“Hay un cubierta de silencio” sobre el tema, deploró Villeneuve. “La violencia es horrible, pero la violencia tapada por el silencio es aún más horrible”, estimó.
Al personaje de Kate, el conflicto interior le lleva los tres días que dura la acción en resolverse. Participa en los operativos, aunque el guión evita con inteligencia caer en otro papel de Rambo femenino irrealista tan en boga últimamente con distintas variantes en las producciones de Hollywood.
“Es un personaje que resulta fuertemente dañado y es vulnerable”, comentó Emily Blunt acerca de la agente que encarna y que “vive probablemente los tres peores días de su vida”.
Villeneuve admitió que su guionista Taylor Sheridan tuvo que resistir a presiones de los productores para que el rol de Kate sea transformado en uno masculino.
Su personaje simboliza de alguna manera los ideales de Estados Unidos arrastrados hacia el terreno de la guerra sucia, una problemática ya abordada en filmes sobre Afganistán o Irak, de manera más o menos convincente para un observador exterior.
– Filme sobre EEUU, no sobre México –
En contrapunto a la figura de Kate, un impactante Benicio del Toro –que se autodefinió como “un viejo caballo” en el género de filmes sobre narcotraficantes, como “Traffic” (2001) de Steven Soderbergh–, encarna a un personaje oscuro, con motivaciones ocultas para el espectador y que también se resuelven al final.
“Hice muchas películas sobre esa parte del mundo y soy muy sensible a lo que está pasando a ambos lados de la frontera”, comentó el actor puertorriqueño.
A pesar de que los operativos se desarrollan en buena medida del lado mexicano, Villeneuve advirtió que “Sicario” “no es una película sobre México, es sobre Estados Unidos”. Y rindió homenaje a los filmes “muy poderosos” que desde el otro lado de la frontera mostraron la versión mexicana de la realidad, como “Heli” (2013) de Amat Escalante.
“Todos sabemos el nivel de violencia que hay allá”, dijo Villeneuve. “Y en mi calidad de norteamericano tengo mi parte de responsabilidad”, agregó el director canadiense.
En “Sicario” hay violencia explícita, persecuciones, operaciones especiales con equipos de visión nocturna. El suspenso no da aliento en las dos horas y un minuto que dura el filme, pero al igual que en el cine de Escalante tampoco hay exceso de espectacularidad o efectos especiales.
“Me gusta simplificar las cosas y mantenerlas pegadas a la realidad”, explicó Roger Deakins, director de la fotografía.
La Palma de Oro por la que compite “Sicario” se atribuirá el 24 de mayo. Aunque los filmes de acción no son una especialidad del Festival de Cannes, nada está jugado de antemano con un jurado presidido por Joel y Ethan Coen, autores de “No country for old men” que en 2007 abordó una temática cercana y también actuada entre otros por Josh Brolin.
Fuente: news-republic.com