Por Brando Hidalgo
A propósito de la muerte de su hija, la admirada actriz de comedia Verónica Forqué, nos parece oportuno repasar la trayectoria de su padre, José María Forqué (1923-1995), primer presidente de EGEDA y el cineasta en cuyo honor se celebran cada año los prestigiosos premios que llevan su nombre, desde la primera edición en 1996.
A pesar de no ser tan conocido como Saura, Berlanga, Buñuel, Aranda, Bigas Luna o Almodóvar, por lo difícil de acceder a su filmografía en formato dvd o vhs, es justo recordar algunas de sus películas de notable calidad que conformaron el cine en España durante el franquismo a partir de la década del cincuenta.
Su primera cinta famosa fue la versión de María Morena del 1952, protagonizada por Francisco Rabal y Paquita Rico, remake de la historia de un joven que regresa a su pueblo 20 años después para vengar el asesinato de su padre, con la ayuda de la hermosa gitana del título. Con Paco Rabal e Isabel de Pomes rodaría otra de sus cintas más conocidas de esa década, Amanecer en Puerta Oscura, en torno a un grupo de forajidos en el ambiente rural campesino de fines del siglo XIX.
De los sesenta recordamos con agrado títulos como Maribel y la extraña familia, de 1960, con una hermosa Silvia Pinal en los tiempos de Viridiana, y Adolfo Marsillach. Con Fernando Fernán Gómez de protagonista rueda en 1963 La Becerrada, sobre un asilo de ancianos al cuidado de monjitas, que deciden celebrar un concurso de novillos para recaudar fondos, sólo que al final no aparecen ni los toros ni los toreros.
Pero la más famosa de todas en esa época fue Atraco a las Tres, de 1962, con un reparto de lujo liderado por los insuperables José Luis López Vázquez, Gracita Morales y Cassen, tres empleaduchos de una sucursal bancaria en Madrid que planifican al dedillo un asalto a su propio banco, con tan mala suerte que ese mismo día se les adelantan otros ladrones profesionales. Cine de altos vuelos en blanco y negro, una comedia divertidisima representativa de esos años.
Definitivamente su mejor época fue en los sesenta, con películas como Casi un Caballero y Usted puede ser un asesino, la coproducción Un Diablo bajo la Almohada, protagonizada por Maurice Ronet e Ingrid Thulin, sin olvidarnos de Tengo 17 años, una de las primeras en lanzar al estrellato a la incomparable y adorada Rocío Dúrcal. Pero nuestra favorita es La Vil Seducción, de 1968, con el maestro Fernando Fernán Gómez y la hermosa actriz argentina radicada en España , Analía Gade.
Durante los setenta inicia el erotismo y la picardía sensual en los últimos años del franquismo, dirigiendo a Carmen Sevilla en La Cera Virgen, a Dianik Zurakowska en El Triangulito, a Alida Valli, David Hemings y Francisco Rabal en la extrañísima cinta No es Nada Mamá, solo un juego…
Finalmente quisiéramos mencionar una serie de TVE que nos impactó en su momento, los nueve episodios de Santiago Ramon y Cajal, donde dirigiera a su hija Verónica junto a Adolfo Marsillach, Fernán Gómez, y Encarna Paso. Entre los numerosos premios a lo largo de su carrera, destacamos el Oso de Plata en Berlin por Amanecer en Puerta Oscura, la nominación a la Palma de Oro en Cannes por María Morena, varios premios del Sindicato del Espectáculo de España y el Goya de Honor que le fuera otorgado por su obra en 1995.