El director dominicano José María Cabral se prepara para defender ante el jurado de los Óscar su película “Carpinteros”, recientemente seleccionada para representar al país caribeño en la próxima edición de este certamen, así como en los premios Goya.
“Estoy muy contento, es un reconocimiento muy bonito”, afirmó durante una entrevista con Efe unos días después de recibir la noticia de que la cinta, que ya ha cosechado éxitos en distintos festivales internacionales, es la elegida por la Dirección General de Cine (Dgcine) para representar al país en Hollywood y en España.
Su película “Jaque Mate” también fue seleccionada para representar al país en los Óscar en 2013, así que ya conoce el proceso, que es “muy costoso” y requiere de un importante esfuerzo personal y económico, para el cual recibirá el apoyo de Dgcine, aunque los términos están aún por concretar.
Cuatro años después de ese primer contacto directo con la industria hollywoodiense, “volver a hacerlo va a ser muy interesante, trataré de sacar provecho de las cosas que aprendí, qué hacer y qué no hacer” en el proceso de llevar a “Carpinteros” a la noche de los Óscar, aseguró.
“Hay que hacer mucha publicidad, mucho screening. Es el reto más grande, cómo conseguir financiamiento para estar en los Óscar, porque no es solo mandar la película, es un proceso de marketing”, explicó.
A partir de aquí al joven cineastea le esperan viajes a Los Ángeles, organizar proyecciones, acudir a cenas, conocer gente, rodearse de mucha prensa, seguir festivales y compaginar todo ello con el proyecto que está preparando actualmente, ya que se encuentra en pleno rodaje de su próxima película.
Representar al país es estos certámenes “supone presión, es un reconocimiento muy bonito pero el proceso empieza ahora. Tenemos que competir con unas 80 películas más, así que, aunque estemos más cerca, el proceso va a ser complicado”, señaló, en tono cabal.
“Seguro que la competencia va a ser buenísima, que habrá 80 ‘Carpinteros’ y mejores que ‘Carpinteros’. Va a ser cosa de ver cómo podemos enseñar la película y que guste” la historia, que se desarrolla en la cárcel de Najayo, en el sur de República Dominicana.
Allí, Julián vive un romance con la reclusa Yanelly, con quien se comunica por un lenguaje de señas creado por los internos de cada centro, el carpinteo, que va desde una ventana de Najayo Hombres al patio de Najayo Mujeres.
Una temática universal como el amor ayuda mucho a posicionar un trabajo en certámenes como los Óscar o los Goya, y más “en un momento como este en el que el mundo está dividido pero, al igual que en esta cárcel, se inventa un nuevo lenguaje que se utiliza para el amor, aun en un mundo hostil”.
“Yo creo que es una metáfora de lo que está pasando en el mundo, que está cada vez más violento, más oscuro y más dividido, pero el cine y el arte vienen a jugar, como ese lenguaje inventado, para mostrar compasión, amor, para compartir conocimiento. ‘Carpinteros’ es un espejo de eso”, apuntó.
Otra de las tareas que Cabral tiene pendiente es conocer a fondo a los competidores de “Carpinteros”. Calcula que en un mes las listas estarán completas y empezará a ver los trabajos del resto de países, siempre “tomándolo con calma”.
“Uno debe mantener las expectativas bajitas. Trabajar para lo mejor, pero no volverse loco… Que venga lo que venga, porque la película ya está hecha”, afirmó Cabral, que aún ve muy lejos la fecha como para imaginarse pisando las alfombras rojas y, mucho menos, dando discursos.
“Quizá cuando esté más cerca y si escucho algo” caiga en la tentación, pero todavía no, “quizá porque tuve esa experiencia anterior y sé lo difícil que es. No descarto la posibilidad pero prefiero concentrarme en lograr que el jurado vea la película” y le hagan un hueco para competir por un Óscar.
of-am / Agencia EFE