Estructura del Guion Cinematografico

El guion es el corazón y alma de la película. Si bien es cierto que el guion solo no hace al filme, también lo es que un guion mediocre o mal estructurado puede convertir cualquier obra cinematográfica en un fracaso. De ahí la importancia de la forma en la que se organiza el guion, independientemente de la historia que se quiera contar.

 El guion cinematográfico que conocemos hoy en día basa su estructura en un esquema casi tan antiguo como la civilización occidental: el teatro griego y sus tres actos tradicionales: el 1er acto o inicio, correspondiente a la presentación de los personajes, y su entorno cotidiano, sus rutinas, sus sueños, deseos y objetivos; el 2do acto, equivalente al nudo o conflicto, cuando un acontecimiento inusual saca a los personajes de su zona de confort y los aleja de sus sueños, enfrentándolos a obstáculos y dilemas físicos, morales y/o emocionales que deben superar para alcanzar sus objetivos; y por último, el acto tercero, o desenlace/resolución, en el que los personajes completan la evolución que iniciaron en el 2do acto, tanto si alcanzan como si no, sus objetivos y deseos.

   Teniendo en cuenta que, generalmente,  una página de un guion representa un minuto en pantalla, y considerando que casi todas las películas tienen una duración de una hora y media o dos horas, el primer acto debería tener una extensión no mayor de 30 paginas; el segundo iría desde la página 31 hasta la 90 del guion, y el tercero desde la 91 hasta la 120, o hasta el final de la historia.

  Pero el esquema no se limita a esto. Una vez planteados estos tres actos principales, a cada uno de ellos se le agregan elementos vitales que aportan a que el guion se mantenga todo el tiempo avanzando, como los puntos de giro, que son cualquier incidente o situación que motivan una acción, haciendo que la historia tome una dirección totalmente diferente a la que llevaba, sorprendiendo así al espectador. También se pueden agregar subtramas, que son historias llevadas por personajes secundarios, que pueden estar o no ligadas a la trama principal,  pero que, al igual que los puntos de giro, deben hacer que la historia se mueva, que avance hacia algún punto.

  Lo más importante es que exista una línea argumental que se mantenga constante durante toda la trama, haciendo que lo demás avance en torno a ella. Esa línea es lo que va a mantener unidas a todas las partes del guion, formando una estructura que debe estar tan cohesionada con la historia que no sea posible verla.

  No importa de que manera sea presentado el relato: iniciando con el conflicto, contado en flashbacks o partiendo desde la resolución, los tres actos deben poder diferenciarse uno del otro.

Este modelo de guion no es inflexible, ni el hecho de que sea el más común quiere decir que sea el único a seguir. Muchos guionistas juegan con la estructura y escriben sus historias en un orden diferente, utilizando técnicas y efectos poco convencionales, ya que se sienten más cómodos de esta manera, y también con la finalidad de narrar de forma más auténtica y cercana.  Pero para poder hacer eso, es necesario que se conozca y se maneje a profundidad el paradigma tradicional del guion cinematográfico.

Por: Marthaloidys Guerrero

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