Un grupo de personas -entre ellos algunas que conozco y admiro por su seriedad y cultura (Dagoberto Tejada, Rosa Silverio, Alexis Méndez, César Namnum, Susana Gautreau, Irka Mateo, entre otros), han convocado a una protesta contra una película que ninguno ha visto, y de la cual tienen todos los prejuicios formados, por puras suposiciones.
Una suposición tan prejuiciosa como esa, acabó hace pocos días, con la vida de un joven rockero.
"Feo de día, lindo de noche" se estrena el jueves 13, y yo, que no la he visto, no me he podido formar ninguna idea sobre ella. Primero, porque un trailer nunca es la película. Su publicidad tampoco lo es; y la pasión es casi siempre muy mala consejera. La censura cultural comienza y no se sabe dónde termina.
Lamentablemente, cada día vemos expresiones de prejuicios religiosos, raciales, machistas y de colonialismo cultural, por solamente citar cuatro, mucho más graves quizás que las que pueda contener una película que NADIE de los firmantes -ni yo- hemos visto.
Hagamos una protesta contra los que esclavizan niños que piden dinero o limpian vidrios en las esquinas centrales de las más importantes ciudades del país.
Hagamos una protesta contra los que siguen poniendo en la cédula color: indio o blanco (hay una rubia con la que trabajo, que dice india); hagamos otra contra los feminicidios, contra la violencia doméstica y la violencia callejera; contra los que deciden quitar a un haitiano que hacía su trabajo muy bien, sólo porque no sabía hablar muy bien español – a pesar de que se esforzaba mucho- y en cambio pusieron otro que sí lo habla y es un pelafustán.
Protestemos contra ese triste complejo de ponerlo todo en inglés, desde el nombre y el menú de un restaurante hasta los letreros y las vallas. Esto, entre otras protestas que valdría la pena hacer.
Y no olvidemos una protesta contra los prejuicios al vapor, y la censura previa.
fuente: diariolibre.com