“Nosotros, que conocimos bien a Casandra, estamos seguros que ella, desde el otro lado de la vida, no está de acuerdo con tan rara decisión familiar.”
Pembroke Pines, Florida. (Atanay.Com).- Ahora que se conmemora el centenario del nacimiento de la legendaria actriz brahonera María Montez, bueno fuera que la Asociación de Cronistas de Espectáculos (Acroarte) bautizara sus premios, desde este entonces, y en lo adelante, con el nombre de tan singular artista criolla.
Al discurrir de los tiempos, el nombre de María Montez, en el ámbito artístico mundial, ha ido creciendo, a medida que se repasa su obra.
Con sus actuaciones, demostró el talento con el que vino; filmó varias películas en Hollywood, que hoy son parte importante de la historia del cine universal, y, a medida que los críticos repasan su historial, más aprecio y admiración manifiestan por tan singular artista.
Dominicana, el país, ha contado y cuenta con muchísimos valores artísticos que por una u otra razón han sido metidos en el saco del olvido.
La Montez, fallecida en plena juventud, y en pleno desarrollo de sus facultades como actriz, fue una figura señera en el cine; y no solo en la Dominicana tierra, sino en el ámbito mundial.
Hasta ahora, esos premios llevaban el nombre de la folklorista y cantante -también barahonera- Casandra Damirón, y sus familiares, en una manifestación que sorprendió a la opinión pública exigieron a Acroarte que quitara el nombre de Casandra a sus premios, por considerar que habían restado méritos al nombre de la fenecida folklorista.
Acroarte aceptó. Y… se acabaron los Premios Casandra.
La decisión de la familia de Casandra, es respetable y respetada.
Nosotros, que conocimos bien a Casandra, estamos seguros que ella, desde el otro lado de la vida, no está de acuerdo con tan rara decisión familiar.
Pero… una cosa es con Casandra, y otra con Acroarte.
* El autor es miembro de la Asociación de Cronistas de Espectáculos (Acroarte).-
Fuente: http://www.atanay.com