El aplaudido actor canadiense Ryan Gosling se estrenó este miércoles como director en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, con Lost River, que propone un delirio visual “vintage” sobre la deshumanización en medio del caos y el abandono. Tras ganarse una sólida reputación como actor en Drive, de Nicolas Winding Refn; Half Nelson, de Ryan Fleck, o Blue Valentine, de Derek Cianfrance, Gosling se pone por primera vez detrás de la cámara con un filme arriesgado y de autor, que destila cierta conexión con la particular Mulholand Drive, de David Lynch.