Madrid – Una comedia “total, excéntrica y loca”, una película “frenética” en la que espera que “el espectador se divierta intentando sobrevivir a la misma”. Así definió ayer Álex de la Iglesia Mi gran noche, el filme que recupera a Raphael para el cine después de 40 años y que el director de cine empieza a rodar la semana que viene en Madrid.
La película, producida por Enrique Cerezo y Telefónica Studios, está ambientada en la grabación de una gala televisiva de Nochevieja. “Los personajes fingen una felicidad que no sienten, impuesta por el regidor”, detalló el director, que también ha sido el guionista de Mi gran noche junto a su colaborador habitual, Jorge Guerricaechevarría.
“El regidor dice: ‘Venga, todo el mundo a aplaudir’. Y todo el mundo aplaude. ‘Todo el mundo risas’, y todo el mundo ríe. Pero es que llevan semana y media grabando y ya nadie se ríe”, explicó De la Iglesia, para después añadir que es en ese mundo “entre tragedia y comedia” en el que se mueven los figurantes, mientras que el público “disfruta”.
En este sentido, el director y guionista aseguró que la película recupera “el espíritu de las comedias de los sesenta, con muchos actores, persecuciones y tensión; ese cine divertido que se hacía antes”. Y es que, junto a Raphael, el elenco de actores está formado por Hugo Silva, Pepón Nieto, Carmen Machi, Carmen Ruiz, Terele Pávez y Carlos Areces, Blanca Suárez y Mario Casas.
Sobre este reparto, de la Iglesia indicó que es el “más extraordinario que ha tenido nunca” y se mostró “muy orgulloso de ello”, no sólo por los actores con los que ha trabajado previamente, sino también por los muchos otros nuevos como Raphael.
“Raphael es un personaje que rondaba por mis películas hacía un tiempo. Ya se veía que era una pequeña obsesión en Balada triste de trompeta”, declaró, para después añadir que es “muy generoso” y tiene un “gran sentido del humor”.
Durante su intervención, Raphael confesó que ha sido tentado para volver al cine “muchas veces” y que él siempre contestaba “dame un guión”: “Álex fue tan listo para darme uno. Los demás se escaqueaban”. “Después de haber hecho mucho cine por fin tengo la oportunidad de hacer un palo nuevo: intentar hacer reír a la gente”, señaló. “Antes solía hacer comedias románticas en las que la novia se me moría al final y yo cantaba una canción. Aquí no se me muere la novia, antes me muero yo”, bromeó.
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