El actor Arnold Schwarzenegger presenta en el Festival de Cine de San Sebastián, ‘Wonders of the sea 3D’, un documental sobre Cousteau, que narra y produce
Probablemente Arnold Schwarzenegger sea el único actor de Hollywood que asusta realmente a Donald Trump, no solo por sus declaraciones contra él; también -suponemos- por sus éxitos dentro del culturismo. El presidente de Estados Unidos se ha metido con varios actores y actrices, pero con Schwarzenegger, con quien comparte partido político, ha tenido los rifi rafes más ácidos.
El actor está en el Festival de San Sebatián presentando Wonders of the sea 3D, un documental que narra y produce, dirigido por el hijo de Jacques Cousteau. En la rueda de prensa, una de las más multitudinarias, ha esquivado todas las preguntas políticas. No ha querido valorar las elecciones en Alemania, tampoco ha querido culpabilizar a Trump -que sacó a Estados Unidos del Tratado de París sobre el emdio ambiente-, sino que ha optado por el mensaje positivo, de alabar su documental porque conciencia sobre el medio ambiente. Sin embargo, si ha lanzado la siguiente pullita al presidente: “Si Trump fuera listo copiaría lo que hemos hecho en California por el medio ambiente”.
Como si hubiera leído a Laclau, el actor de Los Mercenarios se ha marcado un “no hay izquierdas ni derechas”, pero en versión ecologista: “No hay agua democrática o agua republicana. No es un problema político o ideológico, es un problema de la gente. El agua que bebemos y el aire que respiramos es de la gente; por eso es nuestra responsabilidad cuidar el medio ambiente”, decía el actor de Terminator, muy comprometido con el medio ambiente, tema presente en este documental sobre los océanos.
“Siempre he sido consciente del medio ambiente. Yo crecí en Austria, uno de los países que protege muchos sus bosques. Luego, cuando me convertí en gobernador de California, empecé a conocer más los riesgos de la contaminación. Me di cuenta de que estaba en la posición idónea para realizar cambios y para concienciar a la gente de datos como que la contaminación mata a siete millones de personas al año, más que los asesinatos y los suicidios del mundo”, se ponía serio Conan.
La cinta está dirigida por por el hijo de Jacques Cousteau y Jean-Jacques Mantello. Filmada en 3D a lo largo de tres años en localizaciones que van de las islas Fiyi a las Bahamas, la película nos sumerge en un viaje por los oceános con el objetivo de concienciar sobre los tesoros del mar y la necesidad de preservarlos.
Fuente: http://cadenaser.com/