Las razones por las que se puede armar la marimorena en una sala de cine son muchas y muy variadas. Sin ir más lejos, el debate sobre si se puede o no expulsar a un espectador por hablar colea aún en nuestra redacción. Y, puestos a mencionar incidentes concretos, en los locales de exhibición del mundo han tenido lugar desde ataques ninja a auténticos asesinatos, pasando por peticiones de mano. Así las cosas, ¿debería sorprendernos que los agentes de ICE Homeland Security (servicio de inmigración y aduanas de EE UU) entren en un cine estadounidense para detener a un espectador? Pues parece que sí, porque el motivo del arresto fue que dicho espectador estaba usando Google Glass.
Resulta que, según nos recuerda Slashfilm, las gafas de realidad aumentada de Google sirven entre otras cosas para grabar imágenes. De ahí que, por ejemplo, se las haya empleado en el rodaje de una película porno. Y de ahí que los responsables de una sala de Columbus (Ohio) perteneciente a la cadena AMCavisasen a los ‘federales’ cuando vieron a uno de sus clientes llevando el dispositivo puesto (pero apagado) durante una proyección de Jack Ryan: Operación sombra. El personal del cine dedujo que dicho espectador estaba cometiendo un acto de piratería, pero la realidad no podía ser más distinta. Se trataba de un aficionado a la informática que, viéndose obligado a llevar lentes por prescripción médica, pidió a su óptico que integrase el Google Glass en la montura para tenerlo siempre a mano.