En “La Cigüeña”, la actriz Sarah Jorge León interpreta a Inés, un personaje envuelto en misterios y oscuridad. Durante una conversación íntima, Sarah comparte su proceso y las profundas reflexiones que surgieron al dar vida a Inés.
Abordando la Complejidad de Inés
Sarah Jorge León revela la importancia de acercarse a un personaje sin juicios ni expectativas preconcebidas. “Me parece importante que al abordar la intimidad de un personaje, sea libre de juicio y/o expectativa. Hacer un acercamiento de alma a alma, donde la empatía me permita reconocerme dentro de las luces y sombras del personaje, en este caso de Inés, es esencial para actuar desde ‘la verdad’.”
Para Sarah, los comportamientos de Inés están profundamente arraigados en carencias, miedo y dolor, lo que requiere una comprensión empática. “Comprender, o por lo menos tener la intención de hacerlo, por más descabellado que sea el accionar de un personaje, de alguna forma nos acerca más al amor. Aprender a amar a Inés fue mi primera misión, para llamarla mía; para poder vivir en su piel y ver al mundo a través de sus ojos.”
La Dinámica entre Inés y Leila
La relación entre Inés y Leila es fundamental en la película, y desarrollar esta dinámica fue un proceso colaborativo entre Sarah y Andrea Doimeadiós. “Andrea es una actriz extraordinaria; orgánica, trabaja con rigor, es inteligente, minuciosa y sus silencios son profundos. Nos interesó a ambas explorar la dinámica de poder en la que tanto Inés como Leila eran partícipes.”
Para lograr esto, utilizaron imágenes alegóricas de animales cazadores y presas, permitiéndose ser perseguidor y perseguido. “También nos enfocamos en investigar los espacios donde la rivalidad caía a un segundo plano y, aunque fuese por un pequeño momento, ellas podían mirarse como lo que eran: mujeres en búsqueda de ahuyentar el dolor y la soledad; ambas viviendo el cambio monumental que trae consigo la maternidad; ambas confrontadas por el duelo; ambas tratando de sobrevivir ante lo que parece ser un futuro sin sentido. Sobre todo, nos enfocamos en escucharnos con el corazón abierto.”
Reflexiones sobre la Maternidad
Interpretar a Inés tuvo un profundo impacto en la percepción de Sarah sobre la maternidad y las relaciones familiares. “Hay tantas formas de ser madre. Caer en la trampa de pensar que sólo es madre quien trae vida al mundo me parece una visión limitada.”
Inés busca refugio en la maternidad biológica, creyendo que producir una niña le permitirá no vivir el duelo de la pérdida de su hija enferma. “Es tanto su dolor y obstinada su visión, que su corazón pierde rumbo—Inés pierde la esencia de lo que en realidad nos hace madres—Inés pierde contacto con el amor. El amor nos trae a la verdad; a aceptar lo que ES y no lo que quisiéramos que fuese.”
Sarah puede entender el corazón de Inés, ya que existen dolores tan profundos que no encuentran donde arroparse. “Ser madre posa en tu imaginario la certeza de que una no está exenta de dicho dolor. Y eso es algo que no se puede explicar. Eso solo se vive.”
Escenas Clave y Desafíos
Una de las escenas más significativas y desafiantes para Sarah fue cuando Inés abre las ventanas del cuarto de su hija. “Es esencial para comprender la complejidad psicológica de Inés. Supongo que podría interpretarse como un acto de amor o como un acto más egoísta. Para mí, lo humano de Inés es que es ambos y el confrontarse con ese tipo de decisión es un reto para ella y lo fue para mí.”
La atmósfera de la película, un universo aislado y energéticamente denso, contribuyó al desafío emocional de cada escena. “Uno de los atributos que tiene Alejandro como director es que se atreve a llevarte a esos lugares pocos comunes y no le teme a que quizás ‘no funcione’. Su interés es la historia, no proyectarse en la historia.”
Sarah recuerda una lección clave de Alejandro: “Ser valiente al crear, en especial con circunstancias que parecen monumentales atravesar. Lo importante es enfocarse en eso, en darlo todo ahí (en el momento); sin expectativa; sin apego. No es fortuito que una historia sobre traer vida al mundo nos haya regalado precisamente eso—vida. Y eso, eso es lo que nos queda.”
Esta reflexión profunda y el compromiso emocional de Sarah Jorge León al interpretar a Inés son un testimonio del poder transformador del cine y la dedicación que los actores ponen en sus personajes para dar vida a historias tan complejas y conmovedoras como “La Cigüeña”.