Toronto (Canadá).- El realizador dominicano Nelson Carlo de los Santos le dijo a Efe en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), donde presentó su último filme, “Cocote”, que es hora de que el cine de su país deje de “imitar” y encuentre “su propio discurso”.
Es la segunda vez que una película de De los Santos es seleccionada por el prestigioso TIFF, considerado uno de los tres principales del mundo, dentro del programa Wavelenghts, dedicado a exhibir filmes vanguardistas que “unen artistas internacionales reconocidos y emergentes”.
En declaraciones a Efe, De los Santos explicó que se siente “muy contento de ser parte, por segunda vez, de este programa de Wavelengths, de André Picard, que admiro, con ‘Cocote’, una película que me costó bastante trabajo hacer”.
Sobre el cine en su país, De los Santos afirmó que, en estos momentos, en la República Dominicana “se están haciendo bastantes pelis. Hay una ley de cine que es bastante generosa y la gente se ha puesto las pilas”.
“Creo que lo que ahora tenemos que buscar como país es encontrar, no una cuestión de identidad nacional, pero sí de discurso propio. Cuando uno entra en una escuela de arte, uno imita. Ahora hay que dejar de imitar y comenzar a hacer su propio discurso. En ese momento estamos”, continuó.
“Hay mucha copia y mucha mediocridad. Pero de tanto en tanto, y principalmente en los realizadores de documentales que están haciendo un trabajo muy fino y muy elegante y muy bien pensado en el país. En estos años, el cine dominicano ha crecido un montón y creo que seguirá creciendo. Ojalá”, terminó señalando.
El realizador dominicano, que en 2015 participó en el TIFF con su documental “Santa Teresa y otras historia”, dijo que “Cocote” refleja el conflicto religioso y moral que existe hoy en día en la República Dominicana con la violencia “silenciosa” que existe en el país.
“En ‘Cocote’ hay un personaje principal, Alberto, un jardinero de una casa de clase alta de Santo Domingo que tiene que regresar a su pueblo natal al entierro de su padre. O eso es lo que él cree”, explicó.
“En la República Dominicana hay un conflicto religioso muy importante, de producción de moralidad en cierto sentido en el que se unen dos religiones: la protestante y la forma en que se da el catolicismo popularmente en el país”, continuó.
El cineasta cree que “estas dos configuraciones van a tener dos producciones distintas de moralidad. A raíz del asesinato de su padre, Alberto va a tener que resolver ese asesinato a partir de estas dos instituciones de producción de moralidad”.
El director reconoció que la historia de “Cocote” está anclada en una experiencia de su infancia: “Toda película, todo libro, de una u otra forma es autobiográfico. No he tenido que vengar la muerte de mi padre pero el conflicto mágico-religioso-cultural creo que lo tienen todos los dominicanos”.
“Hay una anécdota de una persona que trabajaba en la casa de una tía, que se va de la casa, desaparece, y cuando regresa mi tía le dice que pensó que no volvía. Y él le responde con tranquilidad que tuvo que ir a mochar el cocote al hombre que mochó el cocote a su padre”, explicó.
“Me quedé como estupefacto con esa historia. Y a mí siempre me interesó esta cuestión de esa violencia silenciosa que hay en la República Dominicana”, concluyó.
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