Santo Domingo, D.N. Hoy escribo largo y desde el corazón. Con una profunda preocupación.
Y lo hago en primera persona. Y desde mi página.
Si se emprende un viaje en barco hacia la procelosa mar infinitamente azul, peligrosamente inmensa, inesperadamente sometida a las circunstancias de una tormenta, y a alguien se le ocurre, – como solución al momentáneo conflicto que pudiera surgir entre los marineros- hundir el barco- los tripulantes mueren todos ahogados. ¿Alguien se ha dado cuenta de eso?
¿Alguien sabe que en cine, el triunfo de una película es el éxito de la que sigue y que la caída de una producción asegura la derrota de la que sigue?
Me apena infinitamente el que no nos estemos dando cuenta de esa verdad.
Ayer, al presenciar las declaraciones de Fausto Mata en el programa de un cronista de farándula, me di cuenta de cuán mal se está manejando el presente e innecesario conflicto sobre la contratación de actores en dos de las producciones en curso (Megadivas y Sanky Panky II) ¿No se da cuenta nadie de que se está atentando contra el cine dominicano?
El cine no es como la televisión en la cual cada empresa quiere hundir a la competencia. No es así. No funciona así. En cine no hay competencia. En cine hay cine. Bueno o malo. Comedia o drama. Acción o suspenso.
Y si el público percibe que lo que se le ofrece es un producto maleado por las malas artes, la deslealtad, la falta de respeto a la palabra comprometida, el conflicto entre artistas y productores, quien se perjudica es el cine. Si los inversionistas captan este clima inestable, marcado más por la guerra de los egos que por las corrientes del mercado, trasladarán sus capitales a una zona en la cual su capital no dependa de la testosterona de un artista declarante en la televisión.
Acabo de leer el blog de Pinky y simplemente estoy aturdido. Tras la participación de ayer tarde de Fausto Mata en un programa de farándula se desea retirar al Tibet. Y dejar todo…
No tengo interés profesional en película alguna. No hago relaciones públicas a películas dominicanas con excepción de El Manuscrito, para la que trabajo gratis por las características de ese proyecto de Alan Nadal.
No estoy en nómina, no se si por suerte o por desgracia, de ninguna producción de cine. Es mejor. Así puedo hablar con libertad sobre el presente y el futuro del cine local, sin calcular si me conviene o no. Soy una de esas voces que más ha defendido nuestro cine Y nunca he tenido ni un anuncio de una película. Nunca.
Pero me preocupa lo vi ayer por televisión. ¿Fausto Mata era allí el Fausto Mata que conozco?
Se está generando una especie de envenenamiento colectivo de todos contra todos.
Guerra de personalidades que no tienen claro el panorama más allá de un estreno.
Y les llamo a la atención.
Van a enajenar el tesoro escondido.
Creo que es un grave error de Fausto Mata haber olvidado que tenía contrato con “Sanky Panky II” firmado el 4 de enero pasado. Y que eso se pudo haber admitido y ahí pasaba todo. Debe rectificar. Lo sabía e hizo otro compromiso tres meses antes y tres meses después del estreno de “Sanky Panky II”, con el salario más alto que se haya pagado a un actor para una cinta local, si no nos equivocamos.
Los salarios ordinariamente para protagonistas oscilan entre los 200 y los 350 mil pesos. O que me digan que no.
Con una película, “Sanky Panky II”, que de hacerse, iba a representar un avance extraordinario en la experiencia del cine local, incluyendo escenas de persecución en autos en el centro de Miami y efectos especiales tipo “The Matrix”, para lanzar sólo dos datos.
Ahora no se si la película se ira a producir. Habría que esperar un milagro para que todo vuelva a la normalidad. Y yo creo en milagros. Que me perdonen los incrédulos. Creo en la capacidad de la gente de rectificar.
Con decir "Excúsenme muchachos y vamos arriba" era suficiente.
Este es mi llamado para que las aguas vuelvan a su nivel.
Ayer Fausto Mata acudió a un programa de televisión y sencillamente trapeó el piso con el director de cine que le dio a conocer y lo ha proyectado hasta donde se encuentra.
Esa lamentable intervención televisiva tiene que ser reflexionada por el propio artista. Le hace daño a su carrera. Se cierra puertas sin necesidad.
Y se las cierra a mucha otra gente.
Tras verlo, me quedan unas cuantas preguntas….
-¿Queda en una situación viable el proyecto “Sanky Panky II” – en el cual ya hay un dinero y un esfuerzo invertido?
– ¿Se seguirá adelante con él como protagonista?
– ¿Es posible imaginarse “Sanky Panky” sin Fausto Mata?
– ¿Quién está asesorando a Fausto Mata?
– ¿Cómo puede hablar de “un españolito” que no conoce a los dominicanos, cuando es el mismo "españolito" que logró con “Sanky Panky” que la gente dominicana volviera al cine masivamente?
– ¿Es posible ahora dirigir a un actor que tiene ese concepto de su director? ¿Por qué no plantear los temas profesionales como tales en lugar de apelar a ataques tan personales?
– ¿Qué se busca?
– ¿Por qué no hacemos todos un acto de renuncia a las posturas conflictivas, admitimos nuestros errores, nos damos un abrazo y avanzamos juntos en el camino del desarrollo del cine nacional?
No se trata del cariño o la admiración por Fausto Mata, Pinky o Robertico, a quienes considero amigos, sobre todo a estos dos últimos. Se más que eso.
Los creo en capacidad de reconciliarse.
No se trata de ellos tres en particular.
El asunto es el ego.
Se atenta contra una industria, contra la inversión de todos los inversionistas, incluyendo a aquellos que han guardado silencio.
Es un llamado ahora y urgente.
El daño al cine, por pendejada, puede llegar a donde nadie imagina.
Es la única vez que lo diré.
El asunto no es irse al Tibet.
Es enfrentar los hechos.
Y rectificar quien tenga que hacerlo.
Paren eso.
JOSÉ RAFAEL SOSA
CINEMADOMINICANO.COM