Berlín, 6 feb (dpa) – La Berlinale volvió a hacer hoy gala de su marcado sello político con el estreno de “Taxi”, en la que el iraní Jafar Panahi consigue burlar de nuevo la prohibición de hacer cine que pesa sobre él.
“Soy cineasta. No puedo hacer otra cosa que rodar películas”, señaló el reputado realizador iraní (“Offside”) en la declaración de intenciones del filme, que no pudo presentar en persona. Panahi fue condenado en diciembre de 2010 a seis años de prisión y 20 sin poder hacer cine ni abandonar el país por su actitud crítica con el régimen.