El British Film Institute (BFI) es una organización pública dedicada a promover el desarrollo del cine, la televisión y, como dicen los británicos, “la imagen en movimiento”
Hace ya varios artículos, los “furtivos” nos dedicamos a escribir, largo y tendido, sobre lo que separa a nuestro Instituto de Cine y Artes Visuales (ICAA) del Centre de la Cinematographie Française (CNF). Sostuvimos, entonces como ahora, que las comparaciones no siempre son odiosas, sino que a veces ayudan. Y si hemos sacado provecho de algunas buenas ideas que podemos y debemos reconocer al otro lado de los Pirineos, ahora nos toca echar un vistazo a lo que se hace en la otra orilla del Canal de La Mancha.
El British Film Institute (BFI) es una organización pública dedicada a promover el desarrollo del cine, la televisión y, como dicen los británicos, “la imagen en movimiento”. Es, pues, el organismo encargado de las acciones públicas (“¡Queen and Country!”) relacionadas con el cine y el mundo de lo audiovisual; por tanto, el equivalente británico al CNC francés y al ICAA español.
Fundado en 1933, en pleno periodo entreguerras, el BFI tuvo que iradaptándose a los tiempos. Su recorrido suena muy “British”. La Carta Real que recibió en 1983 fue actualizada en el año 2000 y (¡ojo a las mayúsculas!) su Primer Patrono en el Consejo de Gobernadores del Instituto es el Príncipe de Gales, sea éste quien sea en cada momento. Hoy sigue siendo el ya achacoso Carlos, que, si llega a rey, más que noticia será un milagro.
Entre los últimos presidentes del Consejo de Gobernadores tenemos cineastas de la talla de Lord Richard Attenborough (1982-1992), Jeremy Thomas (1993-1997), Sir Alan Parker (1998-1999) o Anthony Minghella (2003-2007).
Desde febrero de 2016, el titular de este organismo es el norteamericano (y ciudadano británico desde 2011) Josh Berger (51), graduado por la Universidad de Harvard, gran conocedor de España tras vivir largos años en Madrid. Compatibiliza tal honor con la Presidencia y Dirección General de Warner Brothers en el propio Reino Unido, Irlanda y España. El nombramiento es por cuatro años tras un minucioso proceso de selección, y el puesto no tiene retribución alguna; se desempeña gratis et amore.
El BFI se rige por una Junta de 14 gobernadores y las funciones ejecutivas están encomendadas a Amanda Nevill desde 2003.
Fondos
Hay que destacar el papel del BFI Film Fund, un fondo que se alimenta en parte con ingresos provenientes de la National Lottery, que, aunque no tenga la cuantía de nuestro españolísimo “Gordo”, transfiere al Instituto en torno a 26 millones de libras al año (unos 29,40 millones de euros); a través de dos fondos se destinan a fomentar la Producción y el Desarrollo de proyectos, por un lado, y la Distribución y Exhibición por otro. Recientemente ha aprobado un plan quinquenal con un montante de 550 millones, de los cuales destinará 35 millones para incentivar al público y atraer nuevos espectadores, y 27 millones para mejorar el acceso al cine de espectadores entre 5 y 19 años.
El primer fondo tiene hasta siete aplicaciones específicas: BFI Network, queapoya a nuevos y emergentes cineastas; Desarrollo de proyectos; Producción destinada a cineastas nuevos y veteranos; Documentales, Óperas Primas, Coproducción internacional, y un último rubro para favorecer la presencia y la promoción de títulos en Festivales Internacionales de primer nivel.
El segundo fondo está dedicado a cinco partidas: la Exportación, que se destina a aquellos filmes seleccionados por los festivales internacionales más relevantes; el FAN (Film Audience Network), que ayuda a que el cine mejore y amplíe su audiencia en el Reino Unido; el BFI Audience, que tiene como objetivo para 2022 hacer llegar a todos los ciudadanos la más amplia oferta de cine británico e internacional; el Desarrollo de destrezas comerciales, entre ellas la investigación y digitalización, y, en fin, el capítulo destinado a la Estrategia Internacional para que los filmes británicos alcancen el máximo desarrollo económico y cultural.
Los solicitantes de los fondos deben cumplir con los Estándares de Diversidad del BFI para que, precisamente, la variedad socio-cultural británica se refleje en el cine que esté patrocinado por el Instituto.
Todo muy ordenadito, al más puro estilo anglosajón. Incluido el sistema de crédito fiscal (allí lo llaman “tax relief”) que facilita la Hacienda pública con el visto bueno del Montoro de turno que les toque padecer a los ciudadanos en nombre del Gobierno de Su Majestad.
El sistema funciona. No hay más que ver, y admirar, la calidad del cine británico, de su industria, de sus películas y de sus actores y actrices. Y no dejemos de señalar que toda esa gran está hoy en buena medida al servicio de la ‘Marca Reino Unido’, como diríamos en estas tierras. Sobre todo ahora que la imagen del otrora gran imperio ha sufrido un claro desgaste internacional a cuenta del desgraciado y penoso “Brexit”.
Por eso Londres ha promovido películas y series de televisión, casi todas deimpecable factura, ‘british style’, en las que aparecen sus figuras de leyenda, desde la reina Victoria a Sir Winston Churchill; desde el virrey de la India, Lord Mountbatten, a Sherlock Holmes.
Porque, tomemos nota, el cine es una extraordinaria fuerza cultural; es un motor de empleo para los jóvenes; es un potente vehículo para la transmisión de conocimiento, y es, también, un instrumento para promocionar la buena imagen de un país que, sin complejos, esté orgulloso de serlo.
Continuará…
Fuente: https://www.elconfidencial.com/cultura/2017-11-13/reino-unido-cine-fuerza-peliculas_1476363/