HBO presenta el 6 de agosto un documental del famoso actor y comediante que murió hace 4 años.

Robin Williams le encantaba hacer reír. Vivía por arrancarle una carcajada a quien estaba a su alrededor y logró con ese talento convertirse en uno de los personajes más divertidos de la industria del entretenimiento; sin embargo, cuando se reveló su trágica muerte por suicido (el 11 de agosto de 2014), nadie podía creerlo y muchos, ni siquiera asimilarlo.

«No es posible que Williams haya decidido acabar con su vida (…) él nó”, fue una de las frases que se revelaron en ese momento. Pero lo cierto es que el hombre que le hizo la vida más fácil a millones, decidió no sufrir en la batalla que se vislumbraba tras un diagnóstico de una forma de demencia que estaba comenzando a afectarlo, cuando tenía 63 años.

“Era un terrorista dentro del cerebro de mi marido”, fue la frase con la que su esposa –Susan Schneider– resumió el mal que desencadenó el triste desenlace.

Sin embargo, cuatro años después de este suceso, la realizadora estadounidense Marina Zenovich decidió escudriñar en la vida del actor y comediante con el documental Robin Williams: Come Inside my Mind (Robin Williams: métete en mi mente, que se estrena el lunes 6 de agosto a las 8 p.m. por HBO y en la plataforma de HBO GO), pero no se limitó a recordar con un tono doloroso su brutal despedida.

En esta producción de casi dos horas, apostó por un recuento cronológico con ese talento natural e inimitable de llegar a las personas. Claro, están presentes algunas heridas que el artista guardaba en su alma, al igual que algunos excesos.

En Hollywood se pensó siempre que Robin Williams no era un ser humano, sino era una máquina creativa que pasó de jugar solo en una habitación con soldaditos de juguete, a convertirse en una actor de método que era capaz de interpretar clásicos como Esperando a Godot o improvisar durante casi dos horas en un teatro lleno con un poco de Stand-up comedy.

El documental revive cada una de esas etapas de su carrera con un acertado montaje de imágenes en las que el espectador descubre momentos, miradas y registros visuales y fotográficos de una persona que revelaba ternura y un poco de fragilidad antes de meterse en la poderosa armadura del humor.

Videos de sus ejercicios de improvisación escénicas y la propia voz de su protagonista –sacada de otras entrevistas y editada dentro del relato audiovisual–, son algunos de los elementos con lo que Marina Zenovich teje la historia.

Además, cuenta con los testimonios de colegas y su amigo cercano Billy Crystal; el presentador David Letterman y su primera esposa , Valerie Velardi y su hijo, Frank: quien ofrece momentos muy emotivos dentro de la narrativa, al recalcar que su padre fue un hombre generoso por regalar tiempo y energía a todo el mundo, pero eso lo llevó a tener una presencia limitada en su ámbito familiar.

“Siempre tuve curiosidad sobre él y de dónde venían sus dones. Pensé que era un gran actor. Me gustó su estilo de comedia. Era fanática de su serie Mork y Mindy (producción televisiva que lo hizo famoso en la década de los 80 en la que interpretó a un excéntrico extraterrestre)”, dijo en una entrevista la realizadora.

Ella también dirigió el documental Richard Pryor: Omit the Logic, acerca del polémico comediante afroamericano y dos trabajos enfocados en las batallas legales que ha tenido que lidiar el director de películas como El bebé de Rosemary o El inquilino, con Roman Polanski: Odd Man Out y Roman Polanski: Wanted and Desired.
Zenovich, quien fue definida en un artículo del diario británico The Guardian como una realizadora que ha dedicado parte de su trabajo a personajes complejos, parece eclipsarse más con la energía incontenible de Williams.

‘Robin Williams: Come Inside my Mind’ tuvo un buen recibimiento de la crítica, a pesar de que algunos identifican un tono muy tradicional en su tratamiento. Un detalle que no afecta al producto final.

“Aunque es algo reduccionista al presentar los altibajos de Williams en la gran pantalla, ofrece momentos entretenidos entre bambalinas”, escribió John DeFore en la revista The Hollywood Reporter.

A su vez Anthony Kaufman, aseguró en Screendaily que “ofrece muchas carcajadas y momentos importantes de su carrera cómica. Pero también deja al espectador con ganas de saber más de lo que este documental tradicional presenta”.

Lo que no se puede negar, es que se trata de un viaje sin turbulencias, con un gran respeto por el personaje que logra –sin un esfuerzo exagerado– mostrar las diferentes capas de talento y humanidad de un actor que todos adoraban y solo algunos afortunados lograron conocer en profundidad.

Un juego de comedia y drama

Robin Williams llegó a nadar sin temor en los mares de la comedia familiar, el drama y hasta el suspenso. Tuvo una carrera de 42 años (con más de cien proyectos ) como ‘El mundo según Garp’; ‘Popeye’, ‘Buenos días Vietnam’; ‘El club de los poetas muertos’; ‘Despertares’ ; ‘Pescador de ilusiones’; la cinta animada ‘Aladino’; ‘Patch Adams’ y ‘Retratos de una obsesión’. En 1998 ganó el premio Óscar en la categoría de mejor actor de reparto, por su interpretación del profesor Sean: un hombre que ayuda a un joven rebelde, pero con una inteligencia superior, a que encuentre un camino positivo para trasnformar su vida.

Fuente: http://www.eltiempo.com/
ANDRÉS HOYOS VARGAS
CULTURA EL TIEMPO
Twitter: @AndresHoy1​

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